31.5.11

Poema de Michou Pourtalé


El bastón del ciego desbarata la trayectoria
de las cosas que vemos y aquellas que no toca
las intuye como suyas ni siquiera ajenas
entre manos se adelanta con un toc toc
vacilante y al paso escueto nos abstrae.
Horizonte vertical, batuta utópica
la blancura del bastón ilumina la vereda
y el edificio más próximo irradia
en permanente estado de asechanza.
Los que llevan el iris, la pupila sana
a medias penetran la rara opacidad
de esos ojos, claroscuro sin semblante
donde un espejismo glauco llena dos cavas.
Nosotros abrimos la puerta y el ciego pasa
con gesto agradecido tiende candidez
sin apremio confía en el apoyo
de su bastón que alinea el paso incierto.
El ciego tilda el suelo, cada recoveco,
criterioso avanza, sabe que la gloria
lo acompaña, atravesaría con ella
cualquier umbral, nada se le interpone
sólo delinea una sonrisa inescrutable.

© Michou Pourtalé

Poema de Héctor Miguel Ángeli


Otra vez el sol

Es sol es una venda suave,
muy dorada al principio,
cuando toca
los grandes parques exquisitos.
Luego sigue por un río de arena
que no alcanzo a comprender
porque está
en mi vereda, en mi cuarto, en mi cocina
y lo detengo y me llama,
y me lastima y vuelve
y luego sigue
hasta la sucia placita de los descalzos
y allí también me llama y vuelve,
pero entonces
esa venda suave es de color ceniza.

© Héctor Miguel Ángeli

Poema de María Eugenia Caseiro


Indosaurio

Los viajantes de una ley

de ojo amorfo y desganado,
no entendieron el código,
la disciplina,
no entendieron la fisonomía
de islote apuntalado
con cabeza de cobra
o de manso caimán
híbridamente peripuesto
a una cola de sirena,
... ¡ay!,
endiabladamente hermosa.

© María Eugenia Caseiro

Poema de Nilda Barba


vestida invisible
sólo desea bailar
(como en todos los cuentos)

guarda la noche
(un bosque encantado)


© Nilda Barba

Poema de Anahí Duzevich Bezoz


EL ESPEJO DORMIDO

“Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.”
A.Pizarnik

El espejo dormido
extravía una respuesta
quizás no esté sola
en este camino repetido
que duele y atropella.
..... Quizás no esté sola
golpeando contra el viento.
..... Quizás en el espejo
seamos dos
con los mismos huesos
con los mismos ojos
con las mismas venas remendadas.

© Anahí Duzevich Bezoz

29.5.11

Poema de Liliana Chavez



No hay nada más impenetrable
que tu mirada cuando no quiere.


© Liliana Chavez

28.5.11

Poema de Edna Pozzi


Deshaces las casas donde mi amor anduvo
Preparas equipaje de niebla y rocío
con el retratito de tu madre
sonriendo de hastío y belleza
Caminas entre cajas cerradas
y ventanas que ya nunca se abrirán al poniente

Desde la muerte te miro
enterrar los frágiles días de nuestro dolor
Soy la aparecida
la desvelada señora de las casas que no tuvimos
de los mares que no tuvimos
del amor que no tuvimos

No olvides, al partir, el pan viejo de mi tristeza.

© Edna Pozzi

Poema de Rubén Gómez


(playa)

perros y perros muerden su talón
naufraga el carozo por cielos que solía
y los pájaros de sangre salen muy lejos
a mirar y nombrar
durazno de luna

la playa se muele de frío
se lima
se rasguña la memoria
y se cae en sí
huye de los perros
les corre el talón a los perros
y nada por cielos que solía
traga la sangre de los pájaros al bracear
y nada más
se muele se lima
se hace al deshacerse
y nada más

© Rubén Gómez

Poema de Irene Marks


LA ESTRELLA HABLA

Que los ojos del corazón difundan la semilla que es el águila
blanca. Espadas que se agitan en la raíz del verde: la gran
ola de pan nos visitaba, entonces fue la luz y el infinito
pájaro gozoso, entonces fue tu sangre en el milagro, el
corazón de la caída : los ojos tienen ojos.
(Circulaban las flores por tus venas- manantiales de estrellas
con un filo de sombras. Caudales que dolían en la fruta tribal
donde tu voz mordía las raíces del tiempo – porque cayó el
edén y fue la tierra de cemento y metal – y cayó la palmera y
fue la casa turbia, la pared asesina)
De lejos llega el mar, marejada de peces moribundos alimenta
tus ojos, corazón de la Estrella, roce de inmenso sol entre las
noches.

“Yo soy la luz que llega de los túneles, el ángel de alas nuevas,
la sagrada vertiente de la sangre del Mundo, la magnética voz
del derribado que nunca morirá, soy música y palpito debajo de
tu carne la fuerza que construye señales para el creciente edén
sobre la Tierra. Y el Universo fluye por la espalda del día, por
las costillas lentas de la noche, como agua indetenible, explosión del asombro”.

© Irene Marks

Poema de Pere Bessó


ORHAN PAMUK

Visita el cementerio de rosas y tulipanes con una canción de cuna al hombro y un botella de raki en uno de los bolsillos de la chaqueta con coderas de imitación de ante, mientras piensa en los compañeros caídos y se dice que escribir un poema aceptable no es para tanto…


ORHAN PAMUK

Visita el cementeri de roses i tulipes amb una cançó de bressol al muscle i una ampolla de raki en una de les butxaques de la jaqueta amb colzeres d’imitació de dant, mentre pensa en els companys caiguts i es diu que escriure un poema acceptable no és per a tant…


© Pere Bessó
Autor y traductor del poema al catalán
Foto enviada por el autor

27.5.11

Poema de Olga Liliana Reinoso


SINCERAMIENTO

Denme luz en la sala:
Quiero verles las caras
no soporto más rostros anónimos
acechando detrás de las persianas
y en la hora de la luz:
Ausentes.
Quiero verlos a todos
los que me aman y los que no me aman.
Aquellos que me honran con su risa
o el gesto de una mano sobre el hombro.
Que de una vez por todas
nos miremos de frente
cara a cara.
Y en la hora de la luz:
Presentes.

© Olga Liliana Reinoso

Poema de Leonardo Martínez


LA CASA

Mi padre heredó de viejo
la casa y los alfalfares de mis abuelos
La casa estaba en ruinas
puertas y ventanas tapiadas
Las hormigas habían levantado grandes túmulos
en los pisos
Los techos filtraban el agua de las lluvias
y por los huecos de las tejuelas rotas
la luz caía en figuras cambiantes
Mi herencia fue en otoño
La iguana que tenía su cueva
en la sala de sillones sombríos
empezaba a dormir su sueño de invierno.
Las comadrejas abandonaban el nido
Hecho en la maraña del clarín de guerra
y en el patio
sólo se oía la embestida del viento
Los alfalfares ya eran montes
De vegetación áspera y cerrada
Guarida secreta de habitantes
de la casa

Ahora
la casa está vencida
el tiempo clausurado.


© Leonardo Martínez
Foto: Gustavo Tisocco

Poema de María Laura Coppié


Pimpollos

En este duro invierno,
a falta de jazmines,
llenaste floreros
de ramos de mustios perdones.

Envejecen enseguida
y el tiempo

huele a rancio.

© María Laura Coppié

Poema de Leonardo Gastón Herrmann



Hay que prender algunas luces
para los muertos.
Mosquitos de níquel vuelan
en la hora de la diáspora.
Crecer contando los cadáveres
que corren por mi sangre.
La prisión de las cucarachas
incrustadas en los ojos
de mis seres queridos.

© Leonardo Gastón Herrmann

Poema de Liliana Varela


PORQUE

Porque sembré espinas
y coseché llagas
porque amase tempestades
viajando en remolinos de errores
porque fui causa y fin de mi propia existencia
y bebí la vida de a sorbos sin saciar la sed
porque doblé la felicidad tirándola a un lado
y me jacté del amor que lloró su adiós.

Será la nada
la cuna en que meza mis sueños
agujero negro
devorando lo que nunca existió.

Será el vacío
la nave en que cruce el alma
/hacia algún destino
/que tal vez ni exista.

© Liliana Varela

Poema de Liliana León Trujillo


Risus Pascalis

A esta hora el río es mío,
La ciudad es mía,
Las vidrieras, los peldaños
La niebla de una tarde de Buenos Aires
Que se traga edificios enteros.
Rapsodia de la noche a la mañana,
Entre cuatro paredes retorcidas.
Medusas y cangrejos me acosan.

A esta hora soy lapida del cementerio,
Una cuchara en la garganta
Que solo muele malicia.
Metamorfosis sin trópico,
Embrión que no va a nacer.

No sé si llegué al lugar conocido,
Al pleno espacio que difícilmente me llene.
Si parir es el único dolor que vale la pena.
Y qué pena le corresponde a esto
De administrar dolor en dosis no calculadas.
Al risus pascalis,
A estar apegada a mi piedra de la locura.

Amanece…
El duelo es mío,
Las ancianas de negro,
Las flores secas,
El espanto por estar deshabitada
Frente a papeles vacíos.
La palidez,
Que no disimula su reino a esta hora,
En esta noche
Que estoy frente a mi cadáver.

© Liliana León Trujillo

26.5.11

Poema de Carlos Dariel


Deja vu

no sé de qué manera
ni bajo qué propósito
estás de regreso
y tan precisa
tan abrupta tu presencia
vuelve a dar en mi pecho

entonces yo también vuelvo
y es inevitable
como agua me acomodo al recipiente
y reposo
o recuerdo
no hay diferencia en esto
a no ser
por esa cicatriz que disimulo
cuando gana la intemperie

regresaste y vuelve mi mano sobre la tuya
un día sobre otro
y letra sobre letra
vuelve a las cosas que tocamos
su primer nombre

advierto que hasta entonces
no supe de qué se trataba el retorno


© Carlos Dariel

Poema de Graciela Maturo


........-Cielo lívido de vidrio,
valle seco
donde se mueve lento el escorpión.
Ramas retorcidas y grises de Guaymallén
sin hojas y sin pájaros.

Sólo espectros transitan por estas soledades
donde antes habitaron las risas y los juegos.
Todo es soledad en la tarde de junio
en el páramo resquebrajado
donde nadie contesta.

He vuelto desde la sombra
para decirte, amor, que he comprendido.
Busco el resto de savia demorada
en las viejas cortezas de la vid,
espero ese milagro del renuevo naciente
en la negra ceniza de mis huesos.

Sobre las ruinas de nuestra casa
se mueve la mariposa viva de mi alma.
Todo es serenidad, silencio, muerte.
Hallé mi antiguo violín
roto entre escombros.

© Graciela Maturo

Poema de Jorge Ariel Madrazo


“Sueño que canto, solo, sin orquesta ni guitarras. Sólo canto”.
(Hugo del Carril, poco antes de morir)

LA escena no contiene
Los llantos de aquel niño,
La soledad sin pausa,
La fe que sólo canta

Cuando ya viejo y triste
Ni orquesta ni guitarras
Acompañen la bruma
Del tango del final.

Que canta él sueña, y borra
Con su sueño ese canto
Por no morir de noche
Y en un cuarto vacío

En un cuarto vacío
Mas lleno de guitarras
Y de orquestas mundiales
Y una voz como nunca.

La voz de un hombre joven
Que rìe entre sollozos
Con el canto rehaciéndose.
Cantando sus cenizas.

Sus cenizas ya entona
Con la voz de otro tiempo.
Nadie le niegue el sueño.
Déjenlo, pues, dormir.


© Jorge Ariel Madrazo

Poema de Gina Escobar


APIPÉ

Se marchitó

como las flores tenues
al medio día.
Sin remedio.

Mancó
su potro salvaje
compitiendo
con la muerte.

Sus cascadas venas,
de briosos dorados
y belleza ondulante,
reíanse
del hombre
y su soberbia.

Tornáronse
luego
tumba irremediable
en círculos de miseria.

Ya no alimenta
su vientre erizado,
ya no arrulla
con sus cánticos.

La luna que por las noches
se zambullía en sus brazos
hoy está presa en el fango
fragmentada en mil pedazos.

Las murallas de la muerte
desfloraron su hermosura,

presa de frío y de pánico

agonizó en las esclusas.

Lo buscan
inútilmente
para velarlo los pájaros.

Aguas arriba…
la muerte.
Y la muerte…
aguas abajo.



© Gina Escobar

25.5.11

Poema de Graciela Licciardi


Verso en el hueco

Y el cuerpo de la letra copula lentamente
Contra el espacio perdido de la hoja
Fricciona la punta cerosa del lápiz
Hiriente sutura
Que escande
Penetra
Encapsula
Ahoga el hueco del verso
Que yace feliz
Desparramado

© Graciela Licciardi

Poema de Eduardo Espósito


Poema para ser leído un 25 de Mayo

...............................A Lara

Juan José Paso
figuretti de la historia nacional
Juan José Paso
vedette de los primeros patrios
de la pasa (que es hoy)
Juan José Paso
and the first triunvirat
Juan José Paso
triunviro por segunda vez
y más
con la asamblea del año de la yeta
himnos y vientres en libertad
....................... condicional
y Juan que estuvo allí
como paso obligado de la historia
como que Juan
como que Juanjo
como que Juanjo se pasó

© Eduardo Espósito

Poema de Irene Zava



IMAGEN

Entre niebla de ayer
y canto de hoy,
entreveo
manos que se agigantan.
Florecen.
Me abrazan en turbulencia.

Un cantar dulce
y un morirse luego.
Fantasma oscuro de tu voz.

Mujer gitana,
acaricia el mar.
Tierra, silenciosa erección.

Donde nadie alumbra,
sin importar cuando, me encontrarás.

© Irene Zava

Poema de Elvira Alejandra Quintero


El abuelo, el padre

II

EL ESPEJO me muestra la que todos ven.
Yo sigo acá sin ver el lado que siempre estará oculto
Menguando de revés a todos los astros.

© Elvira Alejandra Quintero

Poema de Conrado Alzate Valencia


ACCIÓN DE GRACIAS

Pertenecemos a los espíritus de este territorio
y ellos pertenecen a nuestros órganos.
Si ellos mueren, nosotros también morimos.

En las noches damos gracias al poder del fuego,
al viento, al jaguar, a los salmones del río
y a todo lo que esta tierra nos brinda con amor.

Aquí la vida es sencilla como gotas de rocío:
los espíritus del monte guían nuestro destino
y ponen pensamientos dulces en nuestros labios.

Desde tiempos inmemoriales estamos atados
a la mitología y a los seres de este territorio.
En él somos la conciencia y la vida del cosmos.

© Conrado Alzate Valencia

Poema de César Cantoni



ES ASÍ COMO MUEREN

no quiero ir/ nada más/ que hasta el fondo
Alejandra Pizarnik


Sá Carneiro se envenena tomando estricnina,
Esenin se corta las venas en un hotel ruinoso,
Maiakovski se mete una bala en la sien con un revólver,
Crane se tira al mar por la borda de un buque,
József espera el paso del tren sobre los rieles,
Lugones bebe alcohol con cianuro en un recreo del Tigre,
Tsvetáieva se ahorca colgándose de un árbol,
Pavese ingiere una sobredosis de narcóticos,
Thomas se emborracha hasta entrar en coma etílico,
Plath inhala el gas que sale de su cocina,
Celan se arroja a las aguas del Sena en una crisis,
Ferrater se asfixia con una bolsa en la cabeza,
Pizarnik echa mano a 50 grageas de barbitúricos,
Sexton aspira las emanaciones del motor de su auto,
Goytisolo se lanza al vacío desde un edificio de departamentos,
en la calle Mariano Cubí, en Barcelona, una mañana más negra que la noche...
Es así como mueren estos poetas:
yendo hasta el fondo de su desventura.

© César Cantoni

Poema de Cristina Ramb


APARIENCIA

Siento asco del silencio
de papeles en blanco
un vacío absorbente
que arrastra cada nervio
cada voz, cada paso
al goce más mediocre
de vivir por reflejo.

La nausea devenida
en arrugas y canas
y el sueño maniatado
y esta absurda comedia.

Las palabras medidas
el sexo controlado
pagados los impuestos
la sonrisa ensayada.

Vomito cobardía
disfrazada de calma
y sé que no se debe
que expiraron los plazos.

La soledad se oculta
en el nombre callado
el amor se diluye
en las distancias diarias.

La hoja tan siniestra
se mantiene en su blanco.

Entonces
me evaporo, expiro,
me deshago.

Me saco el antifaz
para secar mi cara
mientras ella
acomoda las flores
en la sala de espera.

© Cristina Ramb

Poema de Claudia Ainchil


SER

Ser andariega, prisa errante
para que el corazón no profundice
humos fingidos
ni convierta los suspiros
en eléctricos amaneceres sin piedad.
Ser lo que es posible que nunca seré
una mariposa vuela al ras
me he exiliado para olvidar prejuicios
apagados, un poco de conciencia
los ritmos de las voces uniformes...
igualmente hay días en que es imposible
cerrar con los candados que conocemos...
cuando sucede la existencia da un rugido
dos tres mil,una especie de encantamiento
y todo vuelve a ser un rompecabezas
infiltrado.

© Claudia Ainchil

24.5.11

Poema de Miguel Oyarzábal



AL COSTADO

Apenas si me ha sido dado el lado izquierdo de las cosas;
Para decir la verdad,
sólo distingo los costados izquierdos.
A menudo suelo encallar añorando gestos en contraluz.
Puertas, pisadas y alguna calle conocida.
Al quedarme solo frente a la herrumbre de los sueños,
También pierdo la voz.
Cuando la mirada no puede abandonar a su propia bruma
y más aún,
donde el otro cruza demasiado rápido
por el lado derecho de la angustia,
los brazos se caen y las manos se vuelven huérfanas.
Entonces, con todo eso a la espalda y sin poder hablar,
continúo recluyéndome en el margen
y vago, por el costado izquierdo de la vida


© Miguel Oyarzábal

Poema de Irene Gruss



LA VISITA

Tengo que visitarte; estás enfermo
es lógico que te visite.
es lógico que te lleve esas flores amarillas
y que revuelva la pieza buscando el florero
es lógico que tengas la piel amarilla
....................................... (son las flores)
y que las sábanas estén revueltas,
acabo de meterme en tu cama, para cuidarte
Acabo de hacer dos agujeros en la frazada
para que se escape la fiebre.
Mejor rompo el reloj despertador y el tocadiscos
al canario debo matarlo, el médico
lo dijo muy bien: nada de ruidos molestos.
En todo caso, si no puedes dormirte
puedo llevarme tu corazón,
sólo con mis latidos vivirás en paz, amigo mío...

© Irene Gruss

Poema de Silvana Merlo



Este doble espejo no pinta los labios:
atraviesa el rostro para vengarse.
Dialoga con su dama solemne,
enciende sus ojos diablos,
juega a que te arranca la lengua con tridentes
hasta abrir el cajón de las penas.
Maquilla cicatrices, desarma cejas
—instantes de imágenes con violencia—.
Este fantasma de cristal
habita a tu lado,
relata verdades hasta destrozar.

© Silvana Merlo

Poema de Norberto Barleand


Confusión

Ofrecí mis pájaros
el álbum de los días
un vendaval de escudos y planetas.

Crecías
desde la incertidumbre ,
alejando desmesuras mal-heridas.

Caminé con tus ojos
por las huellas del cielo

Nada pedí,
No hubo atajos ni cornisas.
Fue claro el rumbo y la mañana

Buscabas cobijo ,
un ala donde reposar el agitado murmullo
páramos de fe ,
jardines nuevos,

No transité los zócalos
en las presunciones de este juego.

Te quise
.......... libre
desde el puño de tus labios
hasta el gesto distante

Sin tutelas ni cerrojos,
en tu propia geografía ,
libre de mi y los delirios
sin prisa,
en la plenitud de los silencios
para no herir la luna de tu rostro.

los vuelos del amor
................... y las pasiones

© Norberto Barleand

Poema de Silvia Loustau


juanas de arco

cortaban el pelo a nuestras juanas de arco

procreadores de un linaje de guerreros
aros de fuego bajo sus ropas
rehenes de la luz
eterna noche de escoria

adivinaban el borceguí
un ventanuco
parcos inviernos
los no nacidos de mujer
las abrían / como escarcha de lago
se enconaban
con nuestras juanas de arco

ellas

voz de hambre
cantaban días de abundancia
praderas y cebada
irradiaban espejos/ armonía
fecundaron la milpa

el mar trastabilla
borracho en su resaca/ acuna
a nuestras juanas de arco.

en noches de ávido silencio
escucharon risas de niños
nuestras juanas de arco
con fe ciega
recuentan los días que faltan

nuestras juanas de arco.


© Silvia Loustau

Poema de Marina Cecilia Kohon


De creerle a las visiones…

habríame arrancado
fuego puro visiones
del oxímoron de los amores

habríame perdonado el rojo
de los abriles ceñidos a mi vientre
mantenido intacto
el aullido cada vez que me cruzaba
la herida ancestral
la boca de lo incierto
asumido la laceración como parte inevitable

detenido bajo la piel escamosa de los reflejos nocturnos
esa soledad que taja
arremetido contra el punto muerto de los días
y la risa indolente del reloj

pero retrocedí los siglos
al hundirme en los salitres de la espera.


© marina cecilia kohon

Poema de Juan Carlos Rodríguez


Un premio Nobel que mata

Pueden decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que te unas a nosotros
Y el mundo vivirá como uno solo
John Lennon

Debería amar a la poesía,
como primer mandamiento
porque es ella la que me permite conocer esas
voces exaltadas enamoradas reclamantes lejanas
voces que acarician puramente
y transgreden los discursos que proliferan
disimulando el asombro de esa niña
que recién despierta después de dormir en el umbral
lee los títulos del diario humedecido
donde le hablan de presuntos idealismos
textos sagrados fantasías ideológicas
fuerzas sanguinarias represalias y cimitarras
mientras hay fanáticos dispuestos a morir matando
y todos notamos que la belleza no cotiza
seguimos pese a todo construyendo castillos en el viento
preguntándonos a cada momento
si somos parte de la solución o del problema
en tanto nos familiarizamos con nombres de países
Siria Yemen Bahrein remotísimas fronteras
nos ocupamos del islamismo militante
vemos los giros siniestros de un Premio Nobel que mata
y queremos ser la base que se amplíe para que seamos miles
los que no queremos ser ni verdugos ni víctimas, como decía Camus.

En el medio de tanto espasmo
yo quiero que vengas con tus ojos pintados de azucena
me rescates con tu piel que ilumina el camino
y mientras yo zigzagueo por tu cintura
me anuncies que cerraron todas las fábricas que construían angustia
y me pidas despacito al oído que te bese
en el exacto sitio de tu rocío tierno.

© Juan Carlos Rodriguez

Poema de Xenia Mora


INCERTIDUMBRE

Coloquio interno
demanda esta mujer
no es dable escurrirse
ni ensortijar el agua con el fuego.

Cincela antes que huir
ovilla paciente la pena
se escabulle
detrás de una excusa.

La cubre un antifaz
deshilacha a jirones
el honor expuesto
con palabras de aire.

Desgarra su sueño
lo estruja hasta ser llaga.
Aún lo sigue amando
a su pesar.

Él, imperturbable
oculto en bulevar de versos
espera su próxima víctima.

© Xenia Mora Rucabado

22.5.11

Poema de Alicia Pastore


Coma

De dónde habremos sacado
esta muerte suspendida,
coma de las horas
que no avanzan.

El dolor se prolonga
en los rostros deudos.
Los rostros ahora enaltecidos
viajan en caravana
llevándose por el mundo,
uniéndose en su propia cofradía.

Mientras,
lejos, muy lejos,
una soledad afronta
la disyuntiva: vida o muerte.
Y no decide...

© Alicia Pastore

Poema de Alfredo Palacio


acaso a partir de ella, y “Yellow Room” por Yiruma

ESTA MUJER PROPONE
que dé vuelta mis espejos
que alumbre cada una de mis sombras
que renueve mi alma
............. y caigan todas mis precauciones.
También propone
que la vida me sonría
que vaya cantando su nombre en los andenes
que la noche sea más incierta enredado en su sombrero.
Que todo
más que nunca y de una vez
.............. me resulte impar y no cese el asombro.
Ella acaso
no proponga nada
y sea yo el de los dobleces y sus juegos
en la curva del día
en amaneceres tan largos como el golpe de su cabello
cuando su piel y su azufre nunca me digan basta.
La mujer que lo sabe y aún no nombro
se aparece en todas mis estaciones
como un tren a la deriva
como un pie donde hacer pie
........ donde el riesgo crece con todos sus colores.

© Alfredo Palacio

Poema de Andrea Pizzella



A mi padre

Tu serenidad está sentada
En la orilla de mi ojo.

La tarde me desposee de lluvia.

Nosotros, héroes
Tratando de detener la caída
De las gotas por el cristal
En una fotografía.

Si ella viniera a buscarte
La lluvia será mi trinchera

Y en el inevitable día
Yo sé
Tu corazón me llevará por las noches
Colgaré del mío tu retrato
De la tarde en sepia

Y en mis ojos quedará la lluvia.


© ANDREA PIZZELLA