Poema de Elisa Dejistani

CLAUSURAR EL OLVIDO

I

Nada más que el tiempo
sometido a osamenta
como si la vigilia
zumbara en los ingenios
del presagio
al borde de la encrucijada
Nada más que abandono
piedra sobada por el fuego
y la orfandad de la luz
en la conciencia arbórea
de lo ausente
Nada más que rincones
de sangre
graduándose de sombra
y olvido – suelo decir –
Nada más que laberintos
de flores amarillas
y esta pasión
que se enciende
con el último poema

II

“Memento mori!

Nadie habrá de escapar
sin haber conjugado
lo irrepetible
Nadie habrá de exigir
una mayor ración de esperanza
que este fervor
en el solsticio de octubre
Será como el que parte
arrastrando su canto de mármol
hasta el nuevo día
A cambio de una conjura
- ahora que la infamia
suele ser estrategia
para vencer al próximo –
clausuremos los umbrales

en que se disfraza la inquina
y aceptemos el reto
desde la veta de cielo
que llevamos dentro

III

Si las voces
de los que partieron
susurran
los últimos placeres
la hoguera del naufragio
encendería el planeta
Irrumpirías en tropel:
esparcidos átomos insomnes
articulación de la gracia
en que los sueños
ya no se despeñan
Si el filo
que traspasa mi costado
multiplicara los poderes supremos
abandonarías el sepulcro
después de haber amado
en la vía láctea
de tus manos
hasta clausurar
el olvido

© Elisa Dejistani