26.2.09

Poema de María Elena Tolosa



Presentí el rubor en mi rostro.
Me di vuelta
y escuché respirar.
Supe de la profundidad
de sus ojos en mi espalda.
Pude estallar
y callé como una flor tímida en la mañana,
como la libélula que custodia sus arpegios
como el grito del geranio
liberando el perfume
para derramarlo en sus manos.

© María Elena Tolosa

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

María Elena: muy buenas imágenes en tu poema. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

27.2.09  
Anonymous Anónimo said...

Es tan hermoso este poema, querida amiga. Tan solitario, tan desesperado, tan bello.
Alicia Perrig

1.3.09  
Anonymous Anónimo said...

gracias gus por publicarme te lo agradeceré siempre ya que ello me da fuerzas para seguir
maria elena

10.3.09  

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