Poema de Graciela Caprarulo
Ilíada, Canto XXII
extenuado por el ejercicio
el héroe tiembla
sobre sus rodillas
un claro desenlace
se despliega ante sus ojos
finalmente detiene la carrera
siete vueltas a las torres de Troya
a la dilatada muerte
más tarde
cuando el héroe se haya ido
plantarán la ofrenda al sur de las murallas
entonces los troyanos habrán de celebrar
la negra paz
mi reino por un caballo -ya se dijo-
de clavos y madera -esta vez-
afuera sigue el héroe
las rodillas apenas temblorosas
ha visto venir la lanza
y no deja de notar
que de un momento a otro
comenzará la lluvia
...............................a Héctor, príncipe de Troya
© Graciela Caprarulo
11 Comments:
Una genial intertextualidad con ese pasaje del poema homérico, Graciela.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León
Muy bello el poema. Profundo en el decir. me encantó el final.
Bss
Mónica
felicitaciones y saludos
Anahí Duzevich Bezoz
Todas misd felicitaciones por este poema. Alta literartura.
Con afecto,
Silvia Loustau
Impresionante y profundo poema de Héctor, del héroe, frente a la muerte. Muy bien construido. Abrazos.
Homero te hubiera aplaudido. Héctor, a la hora de morir, no deja de notar que, "de un momento a otro comenzará la lluvia." Poesía e ilustración para gozarlas a pleno. Gracias.
Jorge Luis Estrella
Graciela como no esta Homero te alaudo yo!!! Muy bueno
chapeau, dama. Ro
Hermoso homenaje poético con tu propia creación!
Un placer leerlo.Gracias.
Un abrazo.
Dragontesa Leuzzi.
Graciela, como siempre tus poemas me conmueven
Un beso grande
graciela Licciardi
Brillante, sin duda.
Felicitaciones, un poema de aquellos!!
un cariño
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