Poema de Ariel Megevand
Palabras
Los amigos pronuncian palabras que flotan.
Dejo una punta en esa tibieza y me abro en espiral.
Mi otro extremo toca la palabra nube.
En el medio estoy que subo,
llevo en una mano el perfil de una mujer,
con la otra me agarro de los hilos que ahora soy.
En mis hilos se posan pequeños pájaros.
Tienen palabras de colores de lo más efímero.
Ando entre ellos,
me siento
a contarme las plumas
–siempre tuve pocas plumas,
por eso vuelo tan mal–
y qué me importa;
abro las manos y suelto palabras livianas
(antes tenía el vicio de nombrar las cosas).
Uno de los pájaros se ríe como mi hijo.
La risa del nene es una palabra que no sé pronunciar.
A mí me gusta la palabra pájaro.
Y la palabra palabra.
Me gusta verlas caer desde acá.
Antes de llegar abajo se disuelven:
los amigos no las ven.
Me dicen que escriba la palabra dicha.
Dicha. ¡Qué palabra!
© Ariel Megevand
7 Comments:
Hermoso y sutil juego de ideas y de palabras, Ariel.
Y puestos a discurrir, puede que no haya palabra más hermosa que la palabra dicha (verbo o sustantivo).
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León
Dicha es compartir tu poema, tu sentir, el mismo que invita al vuelo de tu pájaro.
Un abrazo
Ariel, hermoso y bello tu poema Tiene ritmo, movimiento, pero sobre todo denota una gran sensibilidad.
Saludos
Amalia M. Abaria
A mi me gusta la palabra PALABRA, en ella esta todo, estamos todos.
Un fuerte abrazo
David Rosales
A mi también me gusta la palabra pájaro!
En tu poema hay vuelo y lo agradezco Ariel,
Un abrazo, Montse Bertrán
Muy bueno, Ariel. Poema, juego y dicha. Palabras buenas. Saludos.
Y ahí va la vida, es aaldrona, tomandonos las dformas de las palabras.
Sensiblemente, fanny
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