Poema de Alejandro Schmidt
Sol
Cuando comencé a correr
mi madre se asomó por la ventana
y me enganchó la sombra
pero
¿qué hacés querida
no ves que necesito
su refresco?
sonrió
y con sus dientes dorados
me arrancó el corazón
mi corazón de los sueños y el verano
mi corazón entusiasta
y he seguido hasta ahora
cuidando este cuerpo robado en su descanso
bajo el sol
de los hombres.
© Alejandro Schmidt
11 Comments:
Alejandro es un gran poeta. Me gustaría que lo sepan más personas...
Tremendo poema Muy elocuente en sus imagenes Bravo¡¡¡ Anamaria Mayol
Tiene algo desgarrador, deja pensando. Me gusta tu escritura.
Con mi abrazo,
d.
En todos los textos que te he leído veo la constante del talento y una sensibilidad sin límites.
Felicitaciones! Qué placer leerte!
Un gran abrazo.
Jeniffer
Coincido con lo que expresa Diana Poblet... "un desgarro..."
Preciosos versos...
"...cuidando este cuerpo robado en su descanso
Bajo el sol
de los hombres"
¡Muy bueno!
Cris
Una herida se siente al leer tu poema.
besos
Elisabet
Muy fuerte. Creo que me alegro que mis hijos no sean poetas!
Es difícil robarse de la madre. Pero esta es una manera, sin duda, de andar "bajo el sol de los hombres"!
De pie, Alejandro. A veces (muchas) Usted me hace leerlo de pie.
Gracias
Abrazo
Alicia Perrig
Qué poema amigo!!
Qué dicha nos abrace con la palabra misma!!
Un lujo, sin duda.
Mi admiración.
Un cariño
Habrá que seguirlo cuidando, para recibir más palabras como las suyas. Abrazos
David Rosales
Gracias por este regalo, aunque duela. Me gustó muchísimo.
Magdalena Guerrero
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