Poema de Rubén Vedovaldi
MALDITAS DIVINAS
disimuladas
agachan la cabeza
pero perjuran
de madre a hija
se pasan el secreto
siglos, milenios
de lengua a oído
susurran del marido
o del amante
las amazonas
se pasan el secreto
entre pespuntes
arte de brujas
para cebar al macho
y doblegarlo
de suegra a nuera
el secreto del látigo
y la caricia
de abuela a nieta
el secreto del llanto
y el de la risa
entre perfumes
entre velos en danza
puñal del beso
irresistibles
con esa flor carnívora
que sonríe
tumbadas vencen
como alfombras domésticas
insurrectas
bella insolencia,
hacer como que ovejas
las flor de yeguas
© Rubén Vedovaldi
4 Comments:
jajajajaja. Qué incógnita, qué incomprensibles somos las mujeres. Muy bueno, pero no es para tanto...
Amo a las mujeres. Soy un fanático admirador de ellas. Pero me dejé llevar, Rubén, por tu texto y su gracia.
Jorge Luis Estrella
Guauuuu Ruben nos diste con un palo y eso que las brujas somos nosotras ¿cómo es eso? Muy interesante tu poema y me hizo reir, una manera de conjurarlo ¡como buena bruja! ji ji
¡Genial, tu poema, Rubén!
Pero todavía te quedan varios misterios para develar sobre nosotras. Y ni sueñes que te voy a dar una sola pista.
Es un secreto que me transmitió mi abuelita y que ella recició de la suya y ésta de su respectiva y... ni te imaginás... JAJAJA
Felicitaciones y un gran abrazo
María Rosa León
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