26.5.11

Poema de Gina Escobar


APIPÉ

Se marchitó

como las flores tenues
al medio día.
Sin remedio.

Mancó
su potro salvaje
compitiendo
con la muerte.

Sus cascadas venas,
de briosos dorados
y belleza ondulante,
reíanse
del hombre
y su soberbia.

Tornáronse
luego
tumba irremediable
en círculos de miseria.

Ya no alimenta
su vientre erizado,
ya no arrulla
con sus cánticos.

La luna que por las noches
se zambullía en sus brazos
hoy está presa en el fango
fragmentada en mil pedazos.

Las murallas de la muerte
desfloraron su hermosura,

presa de frío y de pánico

agonizó en las esclusas.

Lo buscan
inútilmente
para velarlo los pájaros.

Aguas arriba…
la muerte.
Y la muerte…
aguas abajo.



© Gina Escobar

5 Comments:

Blogger Norma said...

¡Excelente Gina! Por las palabras nos conocemos y reconocemos. Mi admiración, Norma

28.5.11  
Blogger francisçisnho said...

Muy bueno Gina!

28.5.11  
Blogger Juan Carlos Rodríguez said...

Qué bueno encontrarte, con poema tan hondo. Felicitaciones!

30.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Gina, con mi felicitacion por tu excelente poema va un gran abrazo y mi cariño desde entonces.

Carmen Amato

2.6.11  
Blogger GINA ESCOBAR said...

Gracias a todos por sus comentarios.Un abrazo

5.6.11  

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