Poema de Roxana Palacios
No enterramos el cuerpo
lo cubrimos de cuentas y rosarios.
La tormenta se armaba en todas partes.
Aprendimos a sumar, a volvernos
horizontales y de a dos,
tus dedos en el humo o en el cielo,
intersecciones egocéntricas
como los dibujos de la infancia.
Me importa recordar el día, los signos,
las imágenes como fogonazos,
formas del sonido en el aire hasta hoy.
© Roxana Palacios
3 Comments:
David Antonio Sorbille dijo...
Querida Roxana: pocas líneas para un poema magistral. Un abrazo.
Hermoso poema...
realismo puro. me encanta. susana zazzetti.
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