Poema de Griselda García
bajo el cielo de Orión (no se puede mentir)
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un tiempo de sembrar y de cosechar,
de yacer en camas ajenas acunados
por la dulce voz de amigos en un living,
un tiempo de amar, y después sufrir,
y al fin andar sin pensamiento,
un tiempo para pensar sólo en placer,
luego una casa,
luego, tal vez, hijos,
tiempo de preñez y hastío,
un tiempo de tolerar la desvergonzada invasión del sol
salir de la ermita, entrar en el pueblo,
pasear seguidos por los perros,
recoger pequeños frutos,
quemar las malas hierbas,
un tiempo de aprender la lengua de los niños
vislumbrar el atardecer púrpura
la luna creciendo entre los sauces
saber que cada vez es tarde más temprano
¡despertá!
el tiempo no espera a nadie.
® Griselda García
2 Comments:
Despertar pronto y vivir, esa es la consigna...
Bello poema Griselda.
Un abrazo Gus.
Querida Gris:
¡Excelente poema! ¡Qué lucidez!. Más allá de la singular belleza estética que concita, como siempre, me sorprende tu precosidad. Hay un tiempo para cada cosa, como lo expresa el Eclesiastés y hay que aprovecharlo.
Como lo prefieras: "Carpe diem", "size the day", "aprovecha el día", y podríamos seguir.
Un beso,
Jorge Orozco
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