26.1.07

Poema de Rosa María Sobrón




El Viaje

a Raúl

Anduvo entre papeles,
justicias e injusticias.
Amó el amor, los hijos, la victoria
de ser la honestidad
en la palabra.

Alta la frente para la pelea.
Fuerza y dolor
cuando llegó la muerte.

Constante en el estudio de las almas,
para encontrar verdad en medio de la lucha.

No admitió la falacia ni la inquina.
Tampoco la mentira que envilece.
Paso recto.
Mirada cristalina...
Fue camino.
La luz del sentimiento.
Sendero sin piedras para muchos.

Enseñó con amor y transparencia.

Tu vida se me asoma cada día.
Dios te ha de tener junto a su vera,
de la mano del brote
que sembraste
tras una lenta y soñadora espera.

Recibe esta plegaria, amigo mío.
Ruego que el tiempo
nunca desvanece.

Pocos quedamos. Pero somos muchos
para amarte sin calles del olvido.

© Rosa Ma. Sobrón

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Bello homenaje Marìa Rosa, amor que trasciende eternidad.

Un abrazo Gus.

26.1.07  
Blogger Avesdelcielo said...

Un tributo a través de la palabra que llega muy profundo al leerlo.Para que no se haga olvido.
MARAVILLOSO.
MARITA RAGOZZA

28.1.07  
Anonymous Anónimo said...

Rosita, una vez más recibe toda mi admiración hacia tu persona y tu palabra. Muchos cariños
Alberto Peyrano

28.1.07  
Anonymous Anónimo said...

Muy bello tu poema, Rosa María y esa evocación de un hombre cabal (y por sobre todo, amado).
María Rosa León

1.2.07  

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