Poema de Jorge Hirch
I
Las sombras brotan en la noche, fluyen de los espejos
y abandonan la luz, los estantes profundos, los pisos trémulos.
Se desprenden de las paredes para invadir el cuarto;
este cuarto solitario donde busco sorprender el sueño esquivo.
Sombras que intentan detener el tiempo deslizándose entre latidos.
Me resisto a la paz del cementerio, a la geometría
de los mármoles donde los vivos pasean su dolor mezquino.
II
El cuarto se desvanece;
los párpados caen derrotados por la noche
y la batalla continúa en la hondura de las pesadillas.
Ahora son los fantasmas más temidos los que baten sus alas
para espantar al niño muerto.
Quiero que la luz me roce,
que las llamas de la creación quemen mis poros.
El fuego consume las horas, la carne, los sueños,
y no tengo fuerza.
© Jorge Hirch
3 Comments:
La noche, la desazón, la muerte en un bello poema Jorge.
Un abrazo Gus.
¡Qué fuerte tu poema, Jorge! Con esa descripción tan vívida de la noche, los sueños, la pesadilla, la muerte...
Cariños
María Rosa León
Excelente poema querido Jorge desde todo punto de vista. La contundencia y visceralidad de su especial palabra poética, pone de manifiesto nuestra incertidumbre e impotencia, como así también nuestra espera de la luz que ilumine la oscuridad de algunas noches. ¡Felicitaciones!
Un abrazo,
Jorge Orozco
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