Poema de Olimpia Bordes
REFLEXIONES
Qué extraño mundo éste que me envuelve,
qué extraños este ritmo y esta idea,
imperceptiblemente el tiempo ha transcurrido
y la escena es distinta y es ajena.
Qué fue de aquel rostro y de aquel sueño,
de aquellos ojos que miré al pasar,
de aquel amar que sólo amaba
sin más que amar por amar.
De aquella puerta sin cerrojo,
de aquel creer sin dudar,
de aquellos zapatitos que esperaban,
de aquella ingenuidad…
Qué fue de aquella larga sobremesa,
de aquel buzón con cartas anheladas,
de aquel lento danzar en un abrazo…
y la palabra dada con honor…
Raudos caudales de violencia,
muros impenetrables de impiedad,
grito y clamores que a nadie importan
prisa y más prisa….¿dónde hay que llegar?
Vertiginoso mundo computado,
amor por secreción de feromonas
clonación de cuerpos….¿ y de almas?
romances virtuales, e-mails, fax…
Este andar viviendo sin paz ni reposo,
buscando un sentimiento, una emoción,
intentando encontrar una sonrisa
en la maraña adusta del afán.
Sentir que el torbellino me arrebata
y me envuelve en el asombro de este hoy
como en una aventura sin retorno,
tratando de saber adónde voy…
© Olimpia Bordes
6 Comments:
Y en ese tratar de saber adónde vamos quizás esté la vida...
Buen poema Olimpia.
Un abrazo Gus.
Querida Olimpia:
Recorrer el camino, sin certezas y algunas veces azaroso, es vivir. No obstante, es un muy bueno que nos suceda. Un muy bueno y profundo poema. ¡Felicjtaciones!.
Un abrazo,
Jorge Orozco
Muy buen poema, quizás el no saber dónde forma de este trecho que es la vida
Elisabet
Muy conmovedor tu poema, Olimpia, con la fuerza de la descripción de una vida que nos arrastra en el vértigo y el recuerdo de otros días de "amar por amar".
Cariños
María Rosa León
Mis queridos Gus, Jorge, Elisabet, María Rosa...gracias por sus comentarios y gracias porque en Uds. encuentro por fin, "UNA SONRISA EN EL GESTO ADUSTO DEL AFAN"
OLIMPIA BORDES
David Antonio Sorbille dijo...
Cuántas razones envuelve la compañía de la nostalgia. Cuánto de inocencia y de impotencia ante la realidad ajena y adversa. Cuánto valor, estimada Olimpia, en su gran poema.
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