Poema de Paolo Astorga
REFLEJOS DE PIEDRA
Aprendí que no todo era un juego.
La rabia entre las calles y la soledad en
las avenidas
calcinaron las manos de los transeúntes
escondidos por la niebla.
Se marcharon del cielo las palomas.
La indiferencia los empujó a vivir bajo la tierra
y ser
el vidrio de un corazón en pedazos.
Estaban ciegos
y bebían la tristeza de sus dedos.
Estaban dormidos sobre sus sueños
alejados de sus cuerpos que caminaban hacia el trabajo
a firmar su propia renuncia
y volcarse a la soledad de caminar por la ciudad
y tener la cabeza agachada, tristemente
agachada por los suelos.
© Paolo Astorga
4 Comments:
Cuántos hombres que caminan muertos por la calle, que perdieron utopías.
Un gran poema Paolo!
Un abrazo Gus.
Ese transitar por las calles y por la vida, Paolo, tan bellamente expresado en tu poema.
Cariños
María Rosa León
Imágenes exactas sobre los caminos de los hombres, tan a ras del suelo, con los cielos cerrados a las ilusiones.
Muy logrado.
MARITA RAGOZZA
PAOLO:
La desolación, creo yo, sobreviene cuando los sueños se pierden y los seres humanos se transforman en zombis, en cuerpos secos, autómatas.
Es verdad, no todo es un juego. Será cuestión de levantar la vista a fuerza de voluntades unidas, de volver a mirar el cielo, de mirar y de APRECIAR la vida en todas sus formas y de sabernos que todos somos una parte de un todo, que nos necesitamos unos a otros, que tenemos que tener fe, en nosotros mismos y en "algo" superior que nos agrupa como seres.
Ojalá despierten, ojalá dejemos pronto de estar dormidos sobre nustros sueños y caminemos todos con la cabeza alta, recibiendo los rayos de luz que el sol regala todos los días, con nuevos sueños, con proyectos, con unidad y sobre todo con amor y compasión.
Un abrazo
Verónica
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