Poema de Guadalupe Wernicke
Ibañez
el pibe
es un hermoso salvaje
obeso en su necesidad de algo
resurrección
un cigarrillo con ideas
nunca trabajó por pan o manzanas
se dedica a salvar su pellejo
de la ruleta rusa
de los lobos de mar
ya no sabe si el rencor es pecado
o si los disparos están en su cabeza
/qué puede enseñarse
qué
sin padres, a quién se culpa
su huída, su ley
nacemos en camas de hospital
cómo se supera esa desilusión/
él malvive en el fleje
en su delirio popular
la carga
de ser hijo, de ser proveedor
una cacería dentro del hogar
la confesión del que consume
su propia ambigüedad
/es raro no llorar
no esperar el ascenso
la solución de la misa
una changa inmaculada
es raro no llorar
si la diferencia está vigente
si aún quedan finales
noches sin abrigo, partos secos/
© Guadalupe Wernicke
2 Comments:
Un bello poema Guadalupe, para tener en cuenta y no dejarnos enceguecer...
Un abrazo Gus.
Una pintura descarnada de una realidad que nos duele: eso me parecion, en esencia, tu bello poema, Guada.
Un cariño muy grande
Maria Rosa Leon
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