13.7.07

Poema de Marcela Predieri



ME DECIDO A HABLAR

Me decido a hablar
No pude ser jamás espejo de otra cara

Había en la mesa cuatro panes entonces
era todo reír guijarros y turrones
..... mientras mi madre lloraba la muerte de los trenes
Bebíamos del frío y de la lluvia
y no era poco mirarnos
o aprender de las caricias del trigo
..... sobre las frentes afiebradas

Las procesiones del Corpus
..... vestían sus pabilos de júbilo
y el altar nos llamaba al regocijo de ser fieles

No estabas
-no voy a hablar de pormenores-
La sombra hechizaba la maleza
y daba lo mismo ser piedad o furia

Pero aquella sombra de los cálices
..... no seríamos jamás
............................... después
como nunca antes

Por eso ahora
que hace ciénagas que el viento
... no puede desbebernos de la sangre
que hace cuatro imágenes
..... que el Cristo ha dejado de llorarnos
que hace tanto que mi lengua
..... no se pegotea a tu amor de hombre pasajero
apaguemos los cirios
..... que el luto del sagrario
........ se cubra de esperma para una creación nueva
que hable
que ningún perfil se arrobe de monedas que no serán pagadas

No hay redención posible

Seamos Judas otra vez

y ya nunca dejemos de mirarnos

Hartas de bondad las manos de los párrocos

....... hartos de llorar mis rodillas sin peso

comulgan con mis ojos a cuestas

Qué mejor ultraje

que cubrirme de tierra

y no resucitar

.......para que Dios se quede con las ganas


© Marcela Predieri

5 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Excelente poema Marcela, grito, desgarro, denuncia...
Un abrazo Gus.

13.7.07  
Blogger Selva sombra said...

Maravilloso poema. Coincido con Gus, en el grito, la denuncia.

Besos,
Migdalia Mansilla

13.7.07  
Anonymous Anónimo said...

Marcela, es bellísimo este poema.
Por ahí no siempre puedo leer a
todos y suele darme bronca después
cuando me doy cuenta que me perdí
de algo. Es muy visceral, de una
consistencia importante.
Felicitaciones!

Liliana Chavez

13.7.07  
Anonymous Anónimo said...

Movilizador. Lo leí cinco veces. Si estuviera sola en casa lo leería una sexta, pero a gritos. Se derramó en mi sangre.

13.7.07  
Anonymous Anónimo said...

Excelente y desgarrador tu poema, Marcela.
Un cariño grande
María Rosa León

16.7.07  

Publicar un comentario

<< Home