14.10.07

Poema de Paulina Vinderman



Poste Restante

Salgo del correo con la voz ronca, la piel pálida
en un día que palidece.
—No tiene carta— ha dicho recién una boca amable
bajo unos anteojos de marco grande.
(¿y cómo podría ser de otro modo,
si ni siquiera recuerdo cuándo partí?)
He perdido mis lágrimas, mi tren, he perdido
mi oportunidad.

Estoy en un andén sucio junto a un hombre
que apoya el sombrero de fieltro sobre la valija.
Hay un poder voluptuoso atrapado en la visión
del último vagón, en el triunfo de lo callado.
El hombre se mueve en blanco y negro.
Se hunde en su estrecha vida como yo en la mía.
¿A cuál habitación regresará?
¿Habrá alcanzado a ver el girasol entre las vías?

Salgo del correo a una noche que parece
abrirse para siempre como ese girasol salvaje,
solitario, huérfano de historia, que parte el cielo en dos.

© Paulina Vinderman

2 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Dolorosa forma de soledad dónde la espera la torna aún más frágil, más terrible.
Un abrazo Gus...

14.10.07  
Anonymous Anónimo said...

Me gustó. Crea un clima muy particular, muy tangible. Creo que es ese el gran acierto de este poema. La última estrofa es fantástica.

14.10.07  

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