Prosa de Lucía Serrano
NUNCA MAS TENDRAS CELDA
La bendición de la noche acerca tus pasos a mi cuarto y los latidos de mi corazón
buscan la posibilidad del amor que nos convocó aquella tarde, al compás de la música fuerte, donde la poesía nos hizo creer en Dios.
Amor de mi vida, nunca más tendrás celda.
Todos son muros para un corazón entristecido de más, que tambalea en las orillas del río, bajo el fulgor de las estrellas.
Sin fuerzas, mis células necesitan tus manos para cualquier audacia.
Hipnotizada por tu presencia, busco lo incierto de la muerte, porque se muy bien que ya no será posible poseerte.
Ni tu muerte apagará el fuego de aquél amor desconocido, que nublaba los instantes que vivimos, rodeados por su halo.
Se terminó la historia del culpable.
Rememoro los últimos instantes y no deseé recorrer con mi mirada tu cuerpo muerto.
Te despedí de lejos conversando contigo, porque tú sabes bien, como se detiene el tiempo.
Con tu muerte, el amor impecable que nos rodeaba, alcanzó estrellas lejanas que
alumbraron el camino, donde salvaste tus culpas.
Nosotros dos juntos, traficábamos la magia del espíritu inquieto.
© Lucía Serrano
3 Comments:
Bello y mágico canto al amor.
Un abrazo Gus.
Bellísimo como siempre
Un besi grande
María Rosa León
Lucía, es el más bello tráfico que pueda haber. Felicitaciones.
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