Poema de Xenia Mora
ESA PALABRA
Había una palabra a la deriva,
que caminaba por la vida
cubierta de sangrantes heridas
de distancia y de tiempo.
Deambulaba sin consuelo,
no comprendía su razón de ser.
Encontró un nido en mis lágrimas,
lavé todos sus dolores
y la acuné del desengaño.
Conocíamos muy bien el silencio a soledades,
pero quedamos al resguardo de los cantos de sirenas.
Con mi cobijo, fuimos una sola,
aunque en un limbo sin sueños,
no nos rozaba la vida.
Pero un día de plenitud en primavera ella,
en un estallido voló de mi pecho,
cual gaviota en busca de su mar,
cual golondrina en busca de su río.
Yo la seguí en el deslumbrante viaje,
unté mi piel de azahares y fragancias:
podía tocar las estrellas de la mañana
y contemplaba soles en las noches.
A la palabra que anidaba en mi ,
con embriagador perfume de níveo pétalo de jazmín
y arrobadora como rosa encendida ,
por fin la dejé parir la vida.
Esa palabra,
diadema de misterio en mi frente,
la más infinita, la mas preciada,
la que un día resguardé del dolor ,
hoy va sembrando auroras
y viaja libre por cielos constelados:
acariciando, consolando,
perdonando, naciendo, muriendo,
volviendo a renacer,
sin importarle cuánto dolor le causen
los desgarros del alma.
Ella sólo sabe que algún día será feliz.
Muchas veces está a punto de fenecer,
pero sigue adelante
y sé que lo hará
hasta que termine el tiempo de los tiempos.
Esa palabra plena de magia se llama : AMOR.
© Xenia Mora Rucabado
3 Comments:
Que bueno lo puedas gritar: poéticamente...
Un abrazo Gus.
El amor todo lo puede, Xenia. Tú lo has dicho.
Con mi cariño y admiración
María Rosa León
Comunión perfecta, la palabra y tú.
Bello poema.
Besos,
Migdalia
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