Poema de Mónica Griolio

FUGITIVA

Fugitiva,
atisbo el último resplandor del agobio
y logro pasar a tientas
por las ráfagas y los atados huérfanos de tu vida.
Fugitiva y velada,
observo desde mis ventanas los escombros de tus exilios.
Un suspiro devela el ápice ingenuo
que cubre esta confundida gloria
y de nuevo me fugo hacia las colinas
que rozan los cielos de tus pistas.
Huyo de los sustratos que subyacen en tu mente
me escondo entre estos resquicios, fugitiva y pletórica.
Creo entre mis espacios una pausa, un remanso,
una nueva manera de pertenecerte
entre los recovecos de tus ideas.
Aún así, contra los pronósticos,
me aproximo a tus mutaciones y develo tu soledad
para hacerme tu sombra compasiva
y enraizarte los manojos de ternura
que enjuagan las noches que fueron, los días que vienen
y las lágrimas no lloradas.
Entonces, tus soles gastados
hacen huecos con el humo del cigarrillo
en las sinuosidades de la espera:
No acorralo tu nombre
para evitar desatarme de tus pasiones,
no acaricio las ondas de tus desiertos
para evitarte la contracción del amor
a punto de parir las locas contiendas
del deseo.

© Mónica Griolio