Poema de Beatriz Schaefer Peña

El furor encendido

............. (porque Sodoma y Gomorra quebrantaron el pacto.
.......................... Libro del Deuteronomio-Cap.XXIX-23)

... Debíamos pagar por la riqueza,
por la plegaria abandonada en medio de la fiesta
donde bebimos, hasta el último deleite,
los vinos exquisitos de la depravación.
Cortábamos las rosas para coronarnos.
No hubo jardín sin la huella de nuestra intemperancia.
El tiempo era una sombra que pasaba, vertiginosa,
como el jadeo del placer.
Nos deteníamos sólo en el regocijo:
ningún perfume más intenso que la flor abierta del deseo.
Sabíamos que después del sello del después,
.................................... nadie puede volver.
No hay retorno ni consuelo en el final
..... donde cae el nombre sin resto de memoria.
Por eso bailamos hasta el último acorde del silencio
amordazando a la inocencia en los suspiros.
No existía otra luz más que la antorcha desnuda
......................................... de los cuerpos.
Y había que pagarlo.
Fuimos castigados por tanta idolatría,
........................... por cada beso desechado,
por ese derroche de los sueños.
Cayó sobre nosotros la pavesa de la maldición.
Un viento de azufre borró nuestros pasos.

............ No quedó ni el vestigio de aquel fuego.

© Beatriz Schaefer Peña
Pintura: Gino Baiense Castelo