Poema de Jorge Luis Estrella

ME SIENTO MAL

Me siento mal.
Una doctora dormida me ha dicho
que sólo me sentiré mejor
si mato a mi madre.
Pienso
pero no existo.
Existo pero no quiero pensar
en lo que me dijo la doctora.
Conjeturo lo obvio.
Entro en crisis.
Entro en pánico.
Entro en coma.
Salgo a caminar.
Vuelvo de caminar.
decido matar a mi madre.
Me siento peor.
Una víbora se enrosca en el cuadro
que muestra al Ángel de la Guarda
ayudando a un niño a cruzar un puente.
Llora la mesa donde descansa el desayuno.
Las agujas del reloj hacen movimientos espásticos.
Un tigre me sonríe desde la almohada.
Un cuchillo me invita.
Voy con él hacia la habitación de mi madre.
La escalera es una prostituta.
Hamlet me dice que no dude.
Una nave se queda expectante
esperando mi próximo paso.
Un abanico y un trébol se cierranl.
La ternura corre por los rincones
tirándose de los pelos.
El perro de mi madre me huele.
El silencio se enrosca como una pulsera
en la muñeca de mi madre
que está mirando crecer una begonia.
Hace frío en la atardecida mañana.
Un albañil trastabilla en el andamio
pero
contrariando a los medios de comunicación
y a la ley de gravedad
no se cae.
Freud me dice
que al que debo matar es a mi padre.
En la pantalla del televisor una mujer boquea.
El cuchillo es una flor de fuego.
La tierra es cuadrada.
Altísima la presión de la atmósfera.
Los besos que me ha dado mi madre
semejan una multitud de delfines
que exhiben sus asombrosas piruetas.
La espalda de mi madre
se ofrece madura para el tajo.
Un barco sin bandera se aproxima a la rada.
Nace una estalactita.
Las antiguas caricias de mi madre
me acarician.
Los antiguos cuidados de mi madre
me cuidan.
La begonia crece y crece.
Una acuarela se desmaya
en las cercanías de mi miedo.
Oculto el cuchillo.
Poso mi mano temblorosa
en el hombro de mi madre.
Regreso a mi habitación
a seguir sintiéndome mal.

© Jorge Luis Estrella