Poema de Elena Cabrejas
Tus ojos un mar junto al otro, donde tanta sal me llena
de peces el alma.
En la mesa de los rituales donde extendí mi inocencia me vas
consumiendo migaja a migaja como a un pan interminable.
Tu boca bosque que atravieso quemándome por dentro.
Tu beso una fuente para el suicidio de mi noche desvelada.
Mordí tu corazón de almíbar. Me arrojaste a la sed.
Mi soledad está hecha de mis voces y de tus silencios.
Obstinadamente mis poemas te reconstruyen.
Aquello que no se desprende de mí es tu memoria, reviviendo
tu hoguera en mi jardín, en donde muero nuevamente como la
música que he tenido en mis manos cada vez que te ibas.
Todos los caminos los recorro contigo, como un látigo
tu ausencia acelera este coche hondamente vacío.
Ninguna condena es más terrible que tu memoria.
© ELENA CABREJAS
6 Comments:
Breves y bellos que en su conjunto forman un poema.
Un abrazo Gus.
Cada estrofa puwede tener un sentido completo sobre el amor. Me parece un poema espléndido.Felcitaciones.
MARITA RAGOZZA
Realmente todos forman un poema que tienen como eje la angustia y la ausencia, atenuadas por la belleza de tu escritura.
Silvia Loustau
Metáforas brillantemente usadas; bellísimo poema.
Liliana
"Ninguna condena es más terrible que tu memoria" Excelente cierre para un excelente canto de amor y desamor, Elena.
Felicitaciones y un fuerte abrazo
María Rosa León
Elena: Un estremcido y sentido poema de amor, que tanta falta nos hace.
Víctor H. Tissera
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