Poema de Daniel Chirom
En Verona,
sólo en Verona reposan para siempre los amantes.
Allí una gastada lápida delata tu presencia.
Imagino que aún combates en la tumba
contra enemigos escurridizos,
aquellos que te ensartaron dos sablazos
cuando de puro distraído pensabas en la muerte.
¡Qué desdicha la del que medita con sus entrañas!,
nada le es claro, todo tiene gusto a sangre.
“¡Oh Capitán ... mi capitán!...nuestro espantoso
viaje ha terminado”.
© Daniel Chirom
3 Comments:
Un mágico poema Daniel, para qué decir más?
Un abrazo Gus.
Hola gus, aqui me tienes una vez mas, paseando por tus letras y la poesía que algunas veces inspiran y despiertan a mis musas...
Cuando creemos alcanzar el gran amor, nos alcanza la trampa mortal, el malentendido trágico. El amor shakespeariano va más allá de la muerte, pero la muerte viene más acá del amor y nos entierra antes de florecer. Tal vez se prolongue en el tiempo y en el espacio una trama teatral o un buen poema. Rub´n
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