25.9.08

Poema de Emilce Strucchi



De la enviciada, no se dice
si tiene olor morboso

tal vez esté algo alicorada
o le sobre morfina (anestésicoespejo)
para su obra de mortandad

y yo que me obstino con sílaba
o piedra,
mudez del escultor
agua,
sobre roca caliente

bruta
después de la pasión tú me repudias
¿sabes? el desapego me exaspera

entonces vuelvo a mis grises texturas,
a la razón distinta y clara
y otra vez más al juego

de tómbolas que ruedan
malparidas
me ruedan percutiéndome
y al fin me cantan
otra vez
dentro de todo y del placard
tus metales retumban
y me gritan:
¡negrojaula!

¿y este ulular en nuestro armario?
¿desde dónde este aullido condenante?
¿desde qué compasión
arden mis versos?

© Emilce Strucchi

2 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Poema desde el dolor, desde la fortaleza-
Un abrazo gus.

25.9.08  
Blogger María Rosa León said...

Muy bello canto de amor y dolor, Emilce. Y esas preguntas sin respuestas del cierre que confirman que la poesía surge donde las preguntas quedan sin respuesta.
Un beso grande
Maria Rosa Leon

25.9.08  

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