Poema de Emilce Strucchi
De la enviciada, no se dice
si tiene olor morboso
tal vez esté algo alicorada
o le sobre morfina (anestésicoespejo)
para su obra de mortandad
y yo que me obstino con sílaba
o piedra,
mudez del escultor
agua,
sobre roca caliente
bruta
después de la pasión tú me repudias
¿sabes? el desapego me exaspera
entonces vuelvo a mis grises texturas,
a la razón distinta y clara
y otra vez más al juego
de tómbolas que ruedan
malparidas
me ruedan percutiéndome
y al fin me cantan
otra vez
dentro de todo y del placard
tus metales retumban
y me gritan:
¡negrojaula!
¿y este ulular en nuestro armario?
¿desde dónde este aullido condenante?
¿desde qué compasión
arden mis versos?
© Emilce Strucchi
2 Comments:
Poema desde el dolor, desde la fortaleza-
Un abrazo gus.
Muy bello canto de amor y dolor, Emilce. Y esas preguntas sin respuestas del cierre que confirman que la poesía surge donde las preguntas quedan sin respuesta.
Un beso grande
Maria Rosa Leon
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