12.10.08

Poema de Ángel Rafael Nungaray



(Nazco en el incendio.)

El ser fructifica sus esquemas;
el espíritu habita en el germen de la llama.

(Nacer(se) fuego.)

El fulgor es el sentido interno de Dios;
la opacidad, el sentido externo.

Dios adolece de Dios
en su cercanía con el hombre.

Dios se ciega de Dios,
se ciega del hombre,
se ciega del cristal que emana.

Su ausencia se desplaza como el ave de la pavesa
en el fuego de la materia.
El ser permanece alrededor de esa refulgencia.

Cuando Dios madura en el hombre
éste cae en el incendio.
En la lejanía el hombre se reconoce fuego,
en su proximidad con la unidad.

© Ángel Rafael Nungaray

2 Comments:

Blogger María Rosa León said...

Ser fuego en la proximidad de la unidad es una de las prerrogativas del poeta, Ángel.
¡Gracias por recordárnoslo!
Felicitaciones y un fuerte aBRAZO
María Rosa León

12.10.08  
Blogger Unknown said...

Un poema lleno de fulguraciones, tu voz deja una huella en la mirada de quien te lee. Felicitaciones Ángel, en la imagen que acompaña el texto apareces envuelto en ese fuego que te ilumina.
Eduardo Chaves.

2.11.08  

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