18.11.08

Poema de Verónica Andrea Ruscio


Singonio

El singonio olisquea: llega septiembre.
Sus hojas y raíces avanzan en la noche.

Yo no sé por qué nos gusta domesticar las selvas.

Me arrodillo ante él en posición de guerrera
y lo desnudo.
Soy una jíbara con sus raíces al aire,
que sangran polvo.

No por mucho, eh.
Al final, el señor vence.
Hago un hueco en la tierra negra
y se la entrego toda a él
en digna ofrenda para el dios de mi balcón.

© Verónica Ruscio

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me gustó mucho tu poema, tu sentimiento de reverencia ante lo sagrado de la tierra y las plantas. Es un himno a la Pachamama, un ritual que se realiza en el lugar más insospechado : un balcón. Irene Marks

29.11.08  
Anonymous Anónimo said...

Una belleza, como siempre. La calidad asegurada de Vero.
Juan Carlos Rodriguez

1.12.08  
Blogger SANTIAGO LIBERAL said...

la poesía siempre deja un bello sabor de boca.
Felices Fiestas
Un placer leerte

30.12.08  
Blogger Verónica Ruscio said...

Gracias a los tres por sus comentarios.

10.5.10  

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