Poema de Verónica Andrea Ruscio
Singonio
El singonio olisquea: llega septiembre.
Sus hojas y raíces avanzan en la noche.
Yo no sé por qué nos gusta domesticar las selvas.
Me arrodillo ante él en posición de guerrera
y lo desnudo.
Soy una jíbara con sus raíces al aire,
que sangran polvo.
No por mucho, eh.
Al final, el señor vence.
Hago un hueco en la tierra negra
y se la entrego toda a él
en digna ofrenda para el dios de mi balcón.
© Verónica Ruscio
4 Comments:
Me gustó mucho tu poema, tu sentimiento de reverencia ante lo sagrado de la tierra y las plantas. Es un himno a la Pachamama, un ritual que se realiza en el lugar más insospechado : un balcón. Irene Marks
Una belleza, como siempre. La calidad asegurada de Vero.
Juan Carlos Rodriguez
la poesía siempre deja un bello sabor de boca.
Felices Fiestas
Un placer leerte
Gracias a los tres por sus comentarios.
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