Poema de Lydia Pistagnesi

Sencillez de mameluco,
canoso, despeinado.
Estabas frente a mí,
me observabas,
no te reconocí, pero
quedaron tus palabras
grabadas en mis oídos
_Pequeña,
buscate en mi obra
allí estarás_
Sonreì sin comprender.
Muchos años después
en las famosas pinturas
que adornaban los muros
de la Iglesia "Santa Ana" ,
en Glew,
encontré a una adolecente
que me sonreía desde el pasado.

....................... Raúl Soldi
....................... había creado la magia

© Lydia Raquel Pistagnesi