Poema de Eduardo Chaves
DESPUÉS DEL FUEGO
Quisiera que te olvides de mi nombre
... que soy de raza blanca
... y de una condición ligera como el viento.
Quisiera que no sepas que hablo una extraña lengua
que amé una antigua religión que ahora no profeso
y que anduve descalzo por la vida
para aprender el idioma cotidiano de la tierra.
No pienses que nací hace miles de años
y tengo un rostro donde nada es cierto
porque fui cazador de misterios sutiles
y por lo tanto soy inconcebible
para un mundo que se extingue sin asombro
mientras respira el humo de su propio incendio.
Sólo si olvidas
puedo enseñarte el modo de hallar mi encrucijada
el lugar donde yace lo que tuve para mí como inmortal
las palabras perdidas que dije sin malicia
.. el perdón
.... la piedad
...... el vicio de soñar
y el amor que de noche ardía entre canciones
para saber morir por nadie y para siempre.
Tal vez aún estoy detrás de tanta lucha
centinela constante de una vigilia inmensa
hay que escarbar por los escombros
y ver si todavía
mi mano deshojada se aferra a la agonía.
© Eduardo Chaves
Foto: Gustavo Tisocco
9 Comments:
Eduardo:muy buen poema. Cuánto contenido y cuántas equilibradas palabras, todo para saber si, todavía...la mano dehojada se aferra a la agonía". Un fuerte abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Despu´s del fuego y a través de los tiempos sigue la agonía. Muy bueno
Elisabet
Es bellísimo el poema, como siempre Edu. Muchos versos me quedaron latiendo:"una condición ligera como el viento",me encantó eso de "ser inconcebible." y mano deshojada. Felicitaciones! Un abrazo.
Lily
Fuerte tu poema, Eduardo, lo leí dos veces.
Muy bueno!!
Alicia Borgogno
Eduardo, muy buen poema, Es profundo y tiene mucha garra.
Las imágenes son muy ricas; esta "centinela constante de una vigilia inmensa" es magnífica.
Saludos, Camilo Valverde
muy bueno profesor, si me parece que lo escucho,un poema profundo de una intensidad que penetra por los poros, sin perder la armonía del lenguaje.
ese es mi profe, señores ...congratulaciones .
victoria servidio.
con cariño
Profundo y conmovedor poema, Eduardo. Y esa música suya, ¡ay! esa música suya.
Gracias
Alicia Perrig
Edaurdo: Tu poema ahonda en el misterio de lo que ya no recordamos, lo esencial, "el fuego" que hemos olvidado, pero que algunos recuerdan, porque lo llevan dentro, no han podido matarlo dentro de ellos. Felicitaciones porque aún recordás "que anduve descalzo por la vida", en tus palabras sse teje la magia del que ya no tiene rostro porque llega de muchos rostros, de muchas tribus y tiempos. Magnífico!! Irene Marks
Vivir "en un mundo que respira el humo de su propio incendio". Terrible. El poema es magnífico por su letra, su música, su fuerza, su trascendencia, su claridad, su todo.
Admiración y cariños.
Jorge Luis Estrella
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