Poema de Ana Guillot
sus manos no pueden no pudieron tocar
la pausa
entre un párpado y otro
como la comisura que no sabe
si sonríe o si tiembla
como la sombra verde
del ojo del rímel la pestaña
como un cepillo
de dientes
en el vaso incorrecto
sus manos no pueden no pudieron
hacerme un lugar
en sus costillas
(ser eva en el jardín era mi sueño)
sus manos me corrieron
la tela del camisón
que casi no sangró
y no pudieron
tocar ese intersticio entre el instrumento
y la voz
el mínimo momento
las alas de un picaflor y su semi-equilibrio
inestable
© Ana Guillot
5 Comments:
¡Qué bellas imágenes, Ana!
Todavía veo las alas de ese picaflor y su semi-equilibrio inestable.
Aplauso cerrado y un beso grande
María Rosa León
Me gustó muchísimo este poema Ana, tiene, como dice María Rosa, bellísimas imágenes y un contenido sustancioso. Felicitaciones!
Liliana Chavez
Ana: cuántas cosas no pueden tocar,las manos!! Un poema reflexivo que me gustó mucho. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Ana, me gustó mucho, hay imágenes y metáforas. Felicitaciones. Marta Ravizzi
hola ana: el tuyo es un poema erótico por excelencia. Hay pasión, hay fuego..., ¿por qué no? estaos vivos..., todavía. Augusto.
Publicar un comentario
<< Home