Poema de Claudia Isabel Lonfat

La mayor nobleza de los hombres es la de levantar su obra en medio de la devastación, sosteniéndola infatigablemente, a medio camino entre el desgarro y la belleza". (Antes del fin).
E. S.

Llamarse Ernesto

Ernesto
Como mi bisabuelo
que cambió los Alpes
por Baradero
Como el “Che”
Que dejó su vida
para servir
a los pueblos Amerindios.

Ernesto
Como de la Cárcova
Con su sobredosis de realismo,
en una explosión de color.
Ernesto
y la importancia de llamarse así,
según Oscar Wilde.
O como el mismo Ernesto
que escribió algunos versos a “Claudia”
para hacerlos míos.

Hay un Ernesto
que me hace soñar
Que es capaz de crear
a “Alejandra y Martín”
sentados en parque Lezama
e inventar el amor más tortuoso
pulverizado entre llamas.
Ese mismo,
que tiene cosas
de todos los Ernestos,
pero es único.
Que usa gruesos anteojos
y camina lento
por el mundo
Cuyo gesto es serio,
como mirando al cielo
que se le acerca…
Maestro Sábato.

© Claudia Lonfat