3.3.09

Poema de Moni Munilla


TERESA SEGOVIA

Teresa Segovia viene arremangando sus penas
el domingo bien temprano de visita al santuario.
El humo de su cigarro se entrevera con su canto,
dice y es más lo que cree, contenta de estar llegando.
Tiene las manos gastadas y los pies le están sangrando,
pero sonríe y persigna su voluntad peregrina
porque es día de promesa y el tiempo la está ayudando.
Camina como si el alma se le escapara del cuerpo
y es su sombra fronda de árbol, cobijo de sentimientos.
Se juntó el pueblo en la plaza para esperarla con fiesta,
Vino el cura, el comisario y Sixto con las guitarras,
Pascual trajo el acordeón y Ña Conce su rosario.
La mirada de Teresa se confunde con el cielo
que se ha puesto de celeste y es manto abierto a su paso.
Como suceden las cosas, más allá de la esperanza,
el tiempo se le hizo largo y ahora ya está llegando
siempre en domingo, temprano, como hace cincuenta años.
Teresa Segovia cumple, no ha de haber mayor pecado
que pedir sin dar las gracias, por eso viene al santuario.
-Pobre mujer-, dicen todos al ver sus ojos vendados,
cegado está su presente y es la ilusión un recado
que deja junto al altar desde hace cincuenta años.
Teresa Segovia canta y suena lindo su canto,
arremangando sus penas sin protestas ni reclamos.

© Moni Munilla

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Moni: Muy lindo recuerdo, es un cuadro hecho palabras. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

3.3.09  
Anonymous Anónimo said...

¡Bellísimo retrato y bellísimo tu poema, Moni!
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León

4.3.09  
Anonymous Anónimo said...

Teresa Segovia, pintaste de cuerpo entero a estas fieles mujeres promeseras, no piden nada solo dan su fé. Hermoso
besos myrtha

12.3.09  
Anonymous Anónimo said...

Un cuadro emotivo de una mujer del pueblo, anónima ,humilde, valiente sin saberlo. Hay además ritmo de payada que torna heroica la figura de la mujer cantada. Muy logrado!! Irene Marks

4.4.09  

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