Poema de María Sangüesa
DOLORES DE OTOÑO
Dolores derramados en otoño
como abiertas granadas agrietadas,
ebrios griales de duro y dulce zumo,
gotas de savia y sangre desgranadas.
Crucifixión de culpas no buscadas
en labios de un amor no desvelado.
Flagelado destino el de mi vida,
siempre a medio hacer, siempre caminando.
He de escapar de esa estrella que me guía,
luz helada en soledad y quebranto,
entre erráticas sendas de abandono.
He de rehacerme sola y enfierada
con el coraje de mi sangre de hembra,
siempre en la lucha y para siempre andando.
© María Sangüesa
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