Poema de Paulina Vinderman
Esa mujer (tierna, inestable)
va detrás de la sombra de un perro más viejo
.............................................que el mundo
y escribe la historia del vendedor de escobas
como si fuera un ensayo sobre la noche.
Esa mujer tiene a veces
un brillo de tornasol sobre su nuca.
Sólo a veces,
porque los días lo esfuman durante el destierro,
durante la derrota,
la derrota que se enciende puntualmente
entre las columnas jónicas —imaginadas—
a la hora en que el sol se cae,
en que el sol parece caerse para siempre.
(“La última vez que nos vimos
ibas a contarme una historia, dice.”)
© Paulina Vinderman
5 Comments:
Una bella evocación a la hora "en que el sol parece caerse para siempre..."
Muy bello tu poema, Paulina.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León
el renacer constante como el sol en este poema original
Saludos
Anahí Duzevich Bezoz
Como siempre, mi más profunda admiración.
Alicia Perrig
Paulina, gracias por esta poesía sugerente y enigmática. La belleza de las palabras brillan aún más que ese sol que parece a punto de caer.
Me encantó el final de esta postal urbana, plena de ternura y soledad. Fabiana
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