Poema de Alicia Susana Gómez

Mi rostro

En la oscuridad del insomnio, palpo mi rostro.
Son diez dedos, diez ojos
que recorren el relieve de sus formas.
Trato de imaginarlo como si lo viera.
Aquí, las cuencas, ahora ciegas,
cerradas, burlan soledades.
El vello de las cejas, las pestañas.
se empecinan en caer junto a los párpados.
El amplio espacio de las mejillas rígidas,
niegan todo gesto.
Toco el montículo de mi nariz.
Siento que exhala un vaho cálido.
Mi boca.
Apenas ha cedido a mi casi caricia
entreabre los labios.
Persisto, tallar un rasgo de placer.
Pero mis manos no alcanzan.
Ni mis diez dedos – ojos.
Para que se dibuje una sonrisa,
hace falta el toque del dorso de tu mano en un roce fugaz.

© Alicia Susana Gómez