Poema de Augusto Casola
ENTREGA
Me entrego a la noche
igual que a la oscuridad el bosque,
hoja por hoja, de rama en rama
bajo la caricia lasciva del anhelo,
que recorre sin pudor su piel de troncos.
Noche sin luna
penetrada de selva.
La vía láctea muy lejos
y el bosque sediento de noche sorbe
exigente, impúdico,
los oscuros senos de su madre.
Me entrego a la noche cómplice
que cierra en mi redor su oscuridad
y la penetro apenas presentido
para engendrar los hijos del ensueño
los que nacen y se agotan con la noche.
Caigo dormido
y de mi boca escapa el pezón oscuro de la noche
y duermo
envuelto en el viento que entona
letanías del abismo
de la noche callada do palpito
y vuelvo a ser posible aliento
y vuelvo a ser posible ser
en tanto me revuelco tibio y olvidado
en el útero húmedo de nada.
© Augusto Casola
Foto: Horacio Farroni
1 Comments:
La noche y sus misterios poblando tu poema, Augusto.
Aplausos y abrazos
María Rosa León
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