Poema de Marta Zabaleta
Rilke anotado
El día me deja encapuchada en la desesperanza, una aleta de pescado me cierra la garganta, no alada, pasa el ave y la mastica. Entera.
Es el viejo regurgitar de las pestañas, la consolada imagen del becerro que nada:
en el ventarrón de proa va su mirada.
No porque sea el mío día del repudio a la tortura, ni tampoco,
porque se borren de mis lágrimas
los matices del rojo
existe
este absoluto cansancio del no ser
lo que revienta en espumas
salivándose,
¿Es el tiempo
una naranja parida en la batalla?
Y se me escapa, se ya yendo, se ha ido, con su sonido falso, el día de mi nombre,
mi pensamiento va contigo, para estrecharte fuerte, y desearte millones de cantares Y ninguna
muerte. Mi última estela.
El cormorán asido de mis alas.
© Marta Raquel Zabaleta.
2 Comments:
Gracias,Gustavo, por publicar este poema, y regia la foto que elegiste
para adornarlo,
Se parece a un estanque que, aunque en menor escala, sirve para refeljar mi mirada, e inspira en el mismo vuelo a la amistad cuestionada.
Marta Zabaleta
Muy original
Maria
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