Poema de Roberto Reséndiz Carmona

HOY LA MALDIGO

Hoy la maldigo
maldigo la paciencia
que ha tenido para envenenar la carne
para detener
a ratos
el latido del músculo cardíaco
la paciencia
que ha tenido
para ver morir
a dos arcángeles fugados del infierno.

Ojalá se muriera
dejara de joder al sentimiento
de ahogar los suspiros del insomnio
que pudiera olvidar
la muerte de sus besos
la estupidez de estarla recordando.

Debiera maldecirla
de una vez por todas
maldecir su amor
el sentimiento amamantado con sus besos
el iris
las yemas y las manos
el temblor que dejó la despedida.

Maldita sea
maldigo sus ojos
el sueño que tejió
la humedad del huerto
el concierto de piano
las flores inclinadas del florero.

Veo pasar
unas calles lloviznadas de amor
sin embargo
el odio lacera la lengua y los sentidos
grito en la tarde
maldigo la ausencia
el engaño lloroso del verano.

Niego la vida
el fruto que dejó mordido
el pedazo de amor
que me entregó algún día.

Me lastimó
me sigue lastimando
machacó los sueños
cortó las alas
abrió las viejas heridas
me obligó a beber a solas con la noche
a encender veladoras amarillas
antorchas de locura
a la depresión insoportable.

Maldita sea
me embriagó
sembró la semilla del coraje
la de la ira
la que blasfema
la que olvida a Dios
por recordar su carne.

La noche me aconseja asesinarla
matarla sin misericordia
olvidar el presidio
pensar
en no volver a verla
para no consumar
el otro asesinato.

Maldita sea
maldita sea
me sigue lastimando...

© Roberto Reséndiz Carmona