Poema de José A. Santos

¡HARTO!

¡Harto!
Harto ya de tanta hipocresía
Y cansado,
Ciertamente agotado
De tanto vacío
Y tanta estulticia,
Huyo al mar
Buscando una esquina
Donde respirar.
Y me encuentro
, Extraño a mi mismo,
Alejado de todo,
Alejado de todos
Y siendo mirado
Como triste despojo,
Como una triste
Nada.
Es la realidad,
La triste verdad.
La lluvia cae
Y yo aguardo
Bajo el aguacero
Mientras la vida surge
Violenta,
Pero sincera,
Tras la realidad opaca
Que arriesga su perfil
Ante la profundidad
Del hoy
Y del siempre.
Y del nunca.


Sin tiempo
Para pensar, para reaccionar;
Sin tiempo casi
Para vivir y respirar
Los qués y los porqués
De este nuevo amanecer;
Sin tiempo.
Urgando
En la dejadez
Del día
Y la vacuidad
De los individuos
Que se me cruzan
Como manada adormecida.
Realidad
De niebla y soledad
Con pespuntes
De tragedia apagada.
El café diluye
Los perfiles
De las palabras del diario
Que reposa
Mortecino
Sobre la barra del bar
Confiando atraer la vista de algún despistado
Sobre la cruenta vulgaridad
De su presente ya caducado.
El caliente café
Me llena
Y siento el presente
Como algo distante,
Extraño,
Como una realidad
Sacada de algún hediondo
Cubo
Olvidado por el barrendero hastiado
De su continuo trato
Con la existencia desechada
De nuestros vecinos.
Sin tiempo
Apuro el café
Y salto al presente
De la calle
Donde la lluvia fría
Me saluda.
Un día más
Viviendo el aquí.

© José A. Santos