Poema de Amalia Zacoutegui

TRAICIÓN

Sólo el páramo y el viento en su galope
entre las manos crispadas de la piedra.
El viento y su resuello de pétalos partidos en las grietas de tu boca.
Fue demasiada la belleza.
Fue un insulto el temblor de la flor,
su pequeño don ardiendo en el aire.
Se desgarró el todo en tu dormir de siglos:
tus oscuras cavernas repeliendo la luna,
ese anidar de sombras esbozadas,
ese planear de cuervos a la espera
de un cansancio más,
de otra caída, de un nuevo desgarro,
de otra deliciosa rendición de la vida.
Me miraste sin vos, sin mí, con tu sangre fluyendo
con tu asombro creciendo en la piedra incendiada,
en ese mundo que portaba el nombre del derrumbre.
Hasta tu horror, tu aullido, tu hambre ciego
cayeron como arena del olvido.
No pensabas que detrás del camuflaje,
detrás de mi señuelo de noche mutilada,
yo iba a hundirte hasta los huesos
la antorcha viva de mi alma.

© Amalia Zacoutegui