9.8.06

Poema de Graciela Wencelblat


Agradezco la infinita locura
...que salva de la derrota.
Las alondras que regresan
el canto de la ardilla
las pequeñas iluminaciones
de centinelas transparentes
que protegen el baile de la infancia.

.............El mohín de la niña
.............que todavía no teme
y abraza al tigre en la intensidad de la noche.


© Graciela Wencelblat

5 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

La niña que aún no teme y toda la inocencia de la infancia o la crudeza de la adultez.
Muy buen poema Gra...
Un abrazo Gus.

9.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Querida Graciela!!. Un muy bello poema dotado de una enorme profundidad. Quien haya vivido y viva intensamente, aunque sea un "tigre" sabe qué daría cualquier cosa por poder volver a hacer el "mohín" de la niña".
Con mi recuerdo, te envío un beso,

Jorge Orozco

12.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Graciela querida...agradezcamos a la palabra,que une y gratifica,como la tuya..tan infinita marea...Maria del Mar

13.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Me gustó mucho tu poema, Graciela.
Cómo no sumarse a ese agradecimiento.
Cariños,
Osvaldo Rossi

14.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Tantas veces la locura no es derrota y salva, y las pequeñas iluminaciones protegen para que la noche sea intensa como el tigre.
Certero todo el poema, a fondo, hasta el hueso, como toda tu poesía.

desde Palau

18.8.06  

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