1.9.06

Poema de Roxana Palacios


Voy deshabitando una casa.
Flota con paredes de humo porque no puede más que humo y que flotar,
hay un saber en los biseles,
una memoria
que alumbra los trayectos con el último fósforo.

Voy deshabitando mi presencia dentro de la casa.
Flota con sus huesos de amianto porque no sabe más que amianto y que flotar.

Hay un saber en los ladrillos,
una memoria que respira sonidos desde lo que ya no hay modo de inventar.

Voy deshabitando la escalera que alfombra la casa,
no precisamente porque flote,
se sabe que las escaleras están hechas para otras cosas.

Hay un niño sobre la escalera,
un saber que no admite falso testimonio,
una memoria con manos.

Voy deshabitando las puertas de la casa:
las decisiones han copulado con el gesto inútil,
hay un saber,
una memoria
en las cerraduras.


© Roxana Palacios

5 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Ese ir deshabitando la casa, el suelo, nuestro propio ser...
Excelente poema, para meditar y meditar.
Un abrazo Gus.

1.9.06  
Anonymous Anónimo said...

Ro:
siempre el placer de leer esta poesía tuya tan ligada a las sensaciones, al decir desde adentro, a la conmoción que sacude por la profundidad.
Una vez más; viví el placer de asomarme a uno de tus textos,
Gra Bucci

4.9.06  
Anonymous Anónimo said...

Querida Ro

Una poesía profunda donde somos habitados y deshabitados en el nudo del ser...acaso la casa corazón es la que a veces nos abandona?

4.9.06  
Anonymous Anónimo said...

El comentario anterior era de graciela licciardi

4.9.06  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
César Vallejo decía que la poesía era el tono verbal de la vida. Y Roxana escribe desde ese espacio vital e intransferible que alumbra nuestro acontecer con la claridad y el estilo de los verdaderos creadores.
Un gran saludo.

5.9.06  

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