Poema de Daniel Barroso
esa mujer
la singer haciendo música en las polleras
marechal y las camisas abiertas
el rodete rubio y las radionovelas
concubina del general
la de huesitos como mástiles dentro de una botella
la de manos como banderas y ojos de tigra
la de los pobres y los escapularios
la de frazaditas calentando hasta las piedras
odiada por las vacas de la recoleta
santificada en cuadritos de cartón y acuarela
perseguida por bisturís y taxidermias
muñeca rota en las trincheras
diosa del purgatorio y las milicias obreras
perseguida hasta su mueca de cera
meada por maricones con charreteras
abanderada hasta sus ruinas
capullo de su tallo
paso de su huella
luz de su niebla
fustigadora de alcahuetes y santurrones
amanecía en octubre
y en julio se hacía noche
la que ahuyentaba doctores
y amaba enfermeras
la de muerte ninguna
la toda vida huyendo de ella
plenipotenciaria del poder en las veredas
la de verdades sobre la falda
la de balcones como alas
la de volar entre risas y tragedias
chirusita de las afueras
incendiaria de toda agua que no bebiera
costurerita de carriego
fuelle hembra
voz chiquita de las tormentas
la tan joven pobrecita decían las viejas
la tan zorra en tertulias de las anchorena
la tan pálida
la casi sombra
suspendida en alambres la vieron desatar estrellas
© Daniel Barroso
la singer haciendo música en las polleras
marechal y las camisas abiertas
el rodete rubio y las radionovelas
concubina del general
la de huesitos como mástiles dentro de una botella
la de manos como banderas y ojos de tigra
la de los pobres y los escapularios
la de frazaditas calentando hasta las piedras
odiada por las vacas de la recoleta
santificada en cuadritos de cartón y acuarela
perseguida por bisturís y taxidermias
muñeca rota en las trincheras
diosa del purgatorio y las milicias obreras
perseguida hasta su mueca de cera
meada por maricones con charreteras
abanderada hasta sus ruinas
capullo de su tallo
paso de su huella
luz de su niebla
fustigadora de alcahuetes y santurrones
amanecía en octubre
y en julio se hacía noche
la que ahuyentaba doctores
y amaba enfermeras
la de muerte ninguna
la toda vida huyendo de ella
plenipotenciaria del poder en las veredas
la de verdades sobre la falda
la de balcones como alas
la de volar entre risas y tragedias
chirusita de las afueras
incendiaria de toda agua que no bebiera
costurerita de carriego
fuelle hembra
voz chiquita de las tormentas
la tan joven pobrecita decían las viejas
la tan zorra en tertulias de las anchorena
la tan pálida
la casi sombra
suspendida en alambres la vieron desatar estrellas
© Daniel Barroso
4 Comments:
Esa mujer que logró desatar estrellas es la misma victoria...
Buen poema Dany.
Un abrazo Gus.
Me conmovió mucho tu poema, Daniel. Y vi ese desfile de tantas hermanas nuestras que padecieron y resistieron...
María Rosa León
me llegó hasta lo poco de peronismo que tengo adentro
creo que vale y mucho
gracias
David Antonio Sorbille dijo...
Tu elegìa es una prueba màs de tu intensidad y calidad poètica.
Te felicito sinceramente.
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