Poema de Harold Alvarado Tenorio
Tango
Valiente y hermoso
no pudo la muerte malgastarte.
Mis labios
te hacen inmortal:
te he amado mucho.
Sin falta recuerdo
el fulgor de tus ojos
la magnolia de tu piel
tu sonrisa de malevo
tu rítmico andar
y esa manera de engañar
que sólo en ti perdono.
No volverás,
ya lo sé.
Tampoco soy el mismo
que amaste.
El daño y las penas
han hecho de mi un despojo
y de mi alma
una errante sustancia.
Y entonces
de repente
en un café
de Alvear con Uriburu
apareces.
Te veo llegar,
me buscas
y como si nunca hubieses partido
me saludas
y sonríes desde esa eternidad
donde te amo.
Vana es la muerte
para quien sobrevive
y sigue amando.
Vana también la vida.
© Harold Alvarado Tenorio
5 Comments:
Bienvenido Harold a este espacio que pretende difundir a poetas contemporáneos.
Un abrazo Gus.
Poema bello y musical.
Catalina
Hola,muy bonito y diría casi personal semejanza.
Gracias.
Excelente, será que el tango me puede, me puede su melodía, su soledad, su empedrado.
Garúa sería el fondo musical perfecto.
Elisabet
Tu poema Harold, confirma esa correspondencia entre tango y poesía. ¡ Gracias por compartirlo con nosotros.
Cariños.
María Rosa León
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