Poema de Olimpia Bordes

EL LAGO

El lago es un espejo inusitado,
recinto transparente de la calma,
corcel azul o gris o cristalino,
tembloroso galope apaciguado.
Hermoso como un dios adormilado
yace sereno, bello y ondulante,
respira en un vaivén de espumas blancas
cual náyades sutiles que se bañan,
El lago es un espejo dibujado
en el cuenco ancestral de las montañas,
la brisa coquetea en la espesura
del mágico paisaje… y lo despeina.
Se ha vestido de verde la arboleda,
se ha adornado con pinos y senderos
se ha engalanado en flores y matices
para incluírlo en su danza enamorada.
…y el silencio…magnífico…solemne
enmarca la apasible maravilla,
el silencio es un templo que en las nubes
eleva majestuoso una plegaria.
Encantada partícula del Cosmos,
hallazgo en el deleite incomparable,
éxtasis engarzado en la belleza,
reflejo increíble del milagro.
Fascinación y asombro en la mirada,
ni estrepitosa prisa ni locura,
sólo el lago, el silencio y la montaña.
La paz del paraíso, aun es posible…

© Olimpia Bordes