Poema de Graciela Caprarulo
llegás y se enciende la tarde
apenas unos gestos bastan
para campear el río hasta tus ojos
y saber
si estás de paso por las cosas
o si venís para quedarte
a veces son tus manos
de ganas verdecidas
y viajo a ese lugar donde la luz
es una flor abierta
me entibia vislumbrar
tu Ítaca constante
llegás con tu temblor
que se me instala
y algo despierta en mí
no sé si es mansedumbre
o fuego
© Graciela Caprarulo
3 Comments:
Esa espera sutil, ese no sé qué que nos embriaga y apasiona...
Bello poema Gra.
Un abrazo Gus.
Bellísimo tu poema, Graciela, y esa espera en Ítaca, entre mansedumbre y fuego.
Bellísimo, otra vez!!!
María Rosa León
Lo que sea que despierte ha de ser grandioso.
Es sublime su texto, una delicia.
Saludos,
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