26.1.07

Porma de Paulina Vinderman



Otra vez cúpulas

Otra vez cúpulas en el poema, otra vez la ciudad.
Las travesías se volvieron copias
de ciudades tocadas sólo por supervivencia,
para regresar a la mía.
Como si ella contuviera todos los números, los secretos,
las pasiones del mundo.
Alguna vez una calle me devuelve el desierto
y cuando oscurece,
las sombras de las bolsas de basura
son instalaciones de museo, que sólo puedo ver
cuando mi memoria agotada olvida el mar, aquellas grúas
detrás de las cercas, la mujer del turbante azul que
me vendió la caja mágica y la oportunidad
de atesorar mis miedos como mariposas atrapadas
en la belleza de su oro.
Hay que aprender la asfixia como se aprende un idioma.

Nadie llorará por la ausencia de las alas contra el cielo.

© Paulina Vinderman


4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Poema de cierto dolor y resignación que emociona...
Un abrazo Gus.

26.1.07  
Anonymous Anónimo said...

Un muy buen poema, como de costumbre, querida Paulina. Muchas gracias por compartirlo con nosotros. ¡Felicitaciones!
Un abrazo,

Jorge Orozco

27.1.07  
Blogger Avesdelcielo said...

Poema urbano con las asfixias, sueños atrapados y miedos encerrrados en una cajita.
Una joya que no me canso de leer. Paulina tiene el ángel de la poesía.
¿ quién no la conoce?
MARITA RAGOZZA

28.1.07  
Anonymous Anónimo said...

Paulina:
tanta realidad plasmada en un poema...BUENISIMO!!!

besos

Shirley Villalba

5.2.07  

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