25.2.07

Poema de Daniel Chirom


Para mi hija Magdalena

No creas no
en la palabra que se da por compromiso,
es inútil intentar la aventura de la vida
si no surge de tu corazón.
No reniegues no
de tu tibia inexperiencia,
la inocencia es lo único que te sostiene en las tormentas.
No inquieras no
sin fundamento a la noche,
ella sólo tiene respuestas para los desesperados.
No escuches no
a las descascaradas voces
que temen lo desconocido,
tú búsqueda es la esencia de lo que eres.
No digas no
a la vida,
ella es la única que tiene derecho a negarse.
Eres el día y la noche,
el sol y la luna
y todo lo que te sucede le sucede al universo.
Eres el prisma a través del cual resucitan los muertos.

© Daniel Chirom

3 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Dulzura y entereza en este gran poema/homenaje.
Un abrazo Gus.

25.2.07  
Anonymous Anónimo said...

Daniel: La experiencia indefinible e intransferible de la paternidad, nos dota, curiosamente de sabiduría para hablar a los hijos. Bellamente expresado en tu poema.
Cariños
María Rosa León

25.2.07  
Anonymous Anónimo said...

Una gran ternura me dió leer este poema. Lo guardo en mi corazón.
MARITA RAGOZZA

25.2.07  

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