Poema de Nilda Barba
¿quién diría?
luciérnagas en los dedos
corre niña humeando el aire frío
intermitencia de estrellas fosforece
la noche entre ciruelos
croa la gramilla..... sin prudencia
no hace falta
no hay sombras en lo oscuro
quién diría adentro plomo
arañas de caireles
amos siervos
flotan mientras duran
en los propios ríos
el sopor en los ojos pesa indiferente
martirio entre rezos
(el delito es lejano)
por la niña vela y ciñe la cintura
atrás
muñecas
no juegan con las ranas
¿quién diría?
siervos amos
sin recuerdos en molleras rígidas
ahora la cárcel
pendiente
la tumba
hastíos no saben ni el beso pálido
ya no alcanzan
las luciérnagas
no titilan las manos
¿quién diría?
ella respira los brillos
© Nilda Barba
3 Comments:
Cuando las luciernagas acaban es bueno mantener el brillo...
Buen poema Nilda!!!
Un abrazo Gus.
Quién no diría, Nilda, de la belleza y fuerza de tu poema.
Cariños
María Rosa León
Me encanta esta lejanía que planteas...
Felicitaciones y saludos
Shirley V
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