12.5.07

Poema de Jorge Hirch


Desde el instante
en que la luz asoma a los ojos
comienza el descenso
hacia la oscuridad infinita.

Somos sombras
ocultas en el espejo.
Una suma de incertidumbres.
Un espejismo
creado por Dios en el desierto.

Somos hálito divino
o un sueño que nos sumerge
en la noche inevitable.

© Jorge Hirch

3 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

La noche inevitable esa en la que nos sumergimos como nos sumergimos en tantas dudas...
bello poema Jorge.
Un abrazo Gus.

12.5.07  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Quizás seamos sólo un sueño y vivimos soñando, quizás algo que no sabemos. Lo cierto es que leerte hace que uno, lector se replantee interrogantes.
Elisabet

14.5.07  
Anonymous Anónimo said...

Bello y profundo tu poema, Jorge. Contra la definición de Sartre: "La vida es una luz entre dos oscuridades", yo prefiero creer que "La vida es una oscuridad entre dos luces"
Un cariño grande
María Rosa León

14.5.07  

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